Cuando en 2006 unos cuantos usuarios de Dreamcast, MSX, Spectrum, Amstrad y aficionados al coleccionismo tomamos la decisión de asociarnos, lo hacíamos con esa sensación del que se enfrenta a algo nuevo.  Poco después llegaron decenas de papeles y trámites cuyo fin era trasladar un incipiente fenómeno, que se evidenciaba con «MadriSX & Retro», a una entidad con una cobertura legal que facilitara la tarea a todos aquellos que estábamos haciendo renacer nuestros sistemas.

MadriSX.org inicialmente y la Asociación de Usuarios de Informática Clásica como razón social definitiva, han sido el «caldero» de muchas iniciativas porque en sus tripas ha ebullido la escena. Mediante «RetroMadrid» se catalizó un futuro muy diferente al que nos ofrecía el mundo comercial.

Ahora, diez años después, es bueno poner el retrovisor para observar el camino recorrido. Muchas cosas podríamos haberlas hecho mejor, sin duda, pero también es justo reivindicar nuestro papel como asociación abierta y transversal donde todos los que lo han deseado han tenido la oportunidad de hacer realidad esos proyectos afines a nuestros principios.

Este hecho es incontestable porque, aunque nuestra marca «RetroMadrid» pesa mucho, también a instancias de la AUIC han nacido iniciativas de todo tipo tales como las zonas «retro» de Juvenalia, GAMEFEST, Expogamer, pequeñas exposiciones en Campus Party, RetroCoruña, charlas, debates, encuentros de socios en múltiples lugares, mesas expositoras en ferias como RetroEncounter, Parla Bytes o la RU de MSX en Barcelona y, más recientemente, impulsamos RunZX o las jornadas temáticas en tienda Emere.

Nuestro trabajo ha sido en general poco reconocido, por eso de cara a 2017 va siendo hora de cambiar esto y evidenciar que detrás de la AUIC ha habido mucho esfuerzo personal depositado en favorecer y visibilizar una escena y una afición que incluso hoy día, pese a las redes sociales, sigue necesitando de espacios físicos donde fortalecer sus lazos y sinergias.

La escena fundamentó la creación de esta asociación y es ella la que da sentido a nuestro esfuerzo y será a ella a la que dedicaremos nuestro tiempo tras haber pasado por un extenso periodo de reflexión cuyo objetivo era marcar como máxima prioridad defender a nuestros socios, sobre todo esos que nos han ayudado con pocos o muchos granitos de arena, pero que sin ellos el fundamento asociativo queda cojo. En parte eso fue la causa de nuestro máximo error en RetroMadrid 2014: olvidarnos de nosotros mismos.

Todo ha cambiado y el resultado está por venir, pero ahora más que nunca tenemos una confianza enorme en el futuro y sabemos que más pronto que tarde desde fuera se verá y (esperemos) reconocerá este cambio, porque si algo ha caracterizado siempre a la AUIC ha sido la actitud de permanente debate interno y escucha para enriquecer al máximo esa contribución que destinamos a una afición que compartimos como base común de convivencia.

Deseamos que 2017 sea el de la definitiva madurez de un fenómeno que bien gestionado podrá prolongar la vida de nuestros sistemas y videojuegos favoritos para siempre, pues dejar este legado en un museo físico es y será siempre la finalidad de todo este esfuerzo.

¡Feliz año 2017!